sábado, enero 11, 2003

La magia sigue fluyendo
(Concierto para cuatro meses inolvidables)

¿Casualidad?
Pero era viernes,
el mismo balcón y nuevas risas,
las mismas manos ocupadas
en destejer nuevos misterios.

¿Viste amor?
El tiempo detenido
en el eco de un beso,
el tiempo derrotado
en un gemido lento,

el tiempo, el mismo tiempo
al que tanto temimos,
cuando éramos pichones
de este amor increible.

¿Dónde quedó el miedo,
dónde la incertudumbre?
Si aún derrito mis dedos
en el volcán de tu cuerpo,
si aún invento palabras,
traducciones inciertas
de nuevos sentimientos.

Es como ni soñamos,
esto es mejor que un sueño,
la alegría infinita de enredar nuestros cuerpos,
abrazarnos, mordernos,
besarnos y fundirnos,
terminar casi muertos,
y renacer de pronto
vibrando en el placer
de dar y recibir
todo (y más) de nosotros.

Estamos del tomate,
hasta las manos siempre,
el tiempo ya no existe,
la magia continúa
y seguirá fluyendo.

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