miércoles, marzo 24, 2004

Fogata subliminal
Balada de mi mano en tu fuego



palpitando ansiedades avizoro el instante
la sensación aguda que precede a la carne
invade mi visión la troupe de vengadores
serruchando silencios
abrazando misterios se alejan y la hora
es un ovillo apenas
una espiral salada donde puedo esperarte

ruedan por la membrana parduzca del asfalto
cien letras asustadas
tu voz tiene el encanto de borrar las memorias
de hacer que surja el aire
tu silueta sinuosa dibujando promesas
alucina semáforos cuando cruzás la calle
y yo me voy ardiendo en ladridos de fragua
mientras huelo tu nombre
mis manos se disparan a incrustarse en tu hoguera

de mi boca en tu boca surge un beso de fuego
que es la llave que abre
las puertas del infierno
y las puertas del cielo