viernes, octubre 11, 2002

Redial
(ta, ti, ti, te, to, tu, ti, ti)

Los teléfonos guardan memoria
de lo necesario.

Y las voces enloquecen
de susurros inciertos.

Soy yo, atendé.
Me derrito ante el sonido largo
que significa algo que no entiendo.

Soy yo, estoy deseando.
Estoy justo en el límite
de abstinencia de tu voz.

No me hago responsable.

Nadie sabe las consecuencias
de comerse un teléfono.

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