viernes, septiembre 13, 2002

Canción para tu siesta
Sol-Fa7+-Do-Re-mi

La madrugada te comió
los ojos de mirarme,
y los sueños inquietos
te llevaron a correr por lugares
donde el cielo explota inexplicablemente.

Estabas cansada, amor,
tan cansada que las sábanas
te acariciaron casi tanto como yo
(en la otra madrugada)

Y aunque los cuerpos ahora giren
en órbitas distintas,
no importan las distancias,
ni la sangre que no hierve.
Yo voy con mi mochila
trajinando viejas calles de Barracas,
y sonrío pensando
que en algún lugar del mundo:
mi muñequita duerme.

No hay comentarios.: