Canción para tu siesta
Sol-Fa7+-Do-Re-mi
La madrugada te comió
los ojos de mirarme,
y los sueños inquietos
te llevaron a correr por lugares
donde el cielo explota inexplicablemente.
Estabas cansada, amor,
tan cansada que las sábanas
te acariciaron casi tanto como yo
(en la otra madrugada)
Y aunque los cuerpos ahora giren
en órbitas distintas,
no importan las distancias,
ni la sangre que no hierve.
Yo voy con mi mochila
trajinando viejas calles de Barracas,
y sonrío pensando
que en algún lugar del mundo:
mi muñequita duerme.
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