Poemas del Tomate - Despielado
Blues del fin de los juegos
Jugué a la playa,
pero como todo juego que intento sin vos resultó un desastre
mi piel hecha jirones levita en el abismo
de la resurrección
el nombre de las cosas
la melodía y la canción
la ensalada deliciosa
y nuestros cuerpos entrelazados inventando
letras allí donde sólo lo gutural es un lenguaje
nena, vos, yo,
la plenitud de los ojos viajando por un camino apenas recorrido en milenios cansados de esperar las oportunidades o la risa
que surge
cuando menos se espera que haya risa
o gestos torpemente dibujados en teléfonos que callaron al unísono
de viajes y de playas
de esferas huecas como mentes sin color
si no estamos contenidos en la distancia exacta de los besos
las caricias
o más cerca
tan cerca como el amor que se nos pega y nos derrite
nos hace monigotes suspendidos de una cuerda inquebrantable
me sumerjo
en tu mar y emerjo vivo
más entero
más eterno
mucho más que aquellas madrugadas con tu nombre galopando entre los dientes
es la piel, nena,
son los restos de mi cuerpo que me olvido entre tus sábanas
las manchas agridulces que no saben hablar pero repiten monosílabos
que tus oídos entienden cuando el sueño te cubre como una mano mía que jamás se aleja
y repite la caricia voraz
la que te abarca provocando el desenfreno
y el gemido
de tu cuerpo despejado como un puerto que se abre
para atraer mi nave atiborrada de deseos
te conozco
conozco los tesoros
que tu pasión construye sin otra intención que regalármelos
y sin embargo
hay veces que intento jugar juegos perversos
jugar a soledades o destiempos
jugar a que soy tan idiota que tu amor me queda grande
que no merezco ni el diez por ciento de lo que tenés para ofrecerme
pero son juegos
y como todos los juegos que intento sin vos: son un desastre
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