lunes, septiembre 30, 2002

Agujas y madrugadas
(Blues en yatextraño sostenido)

Como si todo fuera poco,
como si incendiar el aire
con las llamas de estos besos
no alcanzara:
Necesitamos siempre un poco más
un poco más de nuestros cuerpos enlazados,
siempre un poco más
porque todo tiempo queda corto,
porque las madrugadas vienen a golpear la puerta
cuando menos lo esperamos
y las agujas enloquecen
gritándonos finales.
Siempre un poco más, nena
y siempre un poco más tampoco alcanza.

Habría que ir pensando en otras estrategias,
partir en dos el universo
y quedarnos los dos solos de este lado,
en un lugar donde las agujas nunca avancen,
un lugar donde las madrugadas
se queden suspendidas para siempre.

Y es que al decirte adiós
se hace tan corto el respirar y falta el aire,
se empequeñece el corazón y duele tanto
que no es posible resistir el desamparo
la insoportable sensación de no tenerte.

Y mientras gritamos con miradas
las ganas de seguir jugando eternamente
el universo se hace uno,
desgarrados de amor nos despedimos
y nos vamos a extrañarnos
y a soñar que la proxima vez
no habrá relojes
no habrá madrugadas
que puedan separarnos nuevamente.

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